Cada vez que paso junto a él, te recuerdo. Mi corazón sufre un vuelco, mi ya eterna compañera Soledad, se estremece pese a saber que ya nada me hará abandonarla, me mira con recelo, sabiendo que a ti te quise, que a ti te amé.
Tras los años perdí el olor de tu cabello, perdí el color de tus ojos, perdí tu rostro verdadero. Pero aún, cuando paso por delante del viejo cine, te recuerdo.
lunes, 11 de agosto de 2008
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